Enfriamiento de alimentos antes de la temperatura de refrigeración
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Nuestras soluciones, probadas por los clientes, controlan los inventarios de medicamentos y alimentos para algunos de los nombres más reconocidos en las industrias de la salud, el servicio de alimentos y el transporte y la logística. Vea cómo nuestras soluciones se adaptan a las necesidades de su sector.
La definición tradicional de «alimentos perecederos» se ha revisado a lo largo de los años para reflejar los avances científicos y tecnológicos. «Alimentos perecederos» enfatiza ampliamente la idea de que alimentos como la carne cruda o los productos agrícolas acaban por estropearse, pero sin ninguna connotación relativa a la seguridad. Una vez que el número y la gravedad de las retiradas de alimentos debido a las enfermedades transmitidas por los alimentos se convirtieron en un problema de salud pública, los alimentos perecederos se redefinieron como «alimentos potencialmente peligrosos» (PHF) para reconocer las nuevas preocupaciones.
Recientemente, el término «PHF» ha sufrido otra transformación. Cada vez más, el nuevo término utilizado es «TCS», o alimentos que requieren control de tiempo y temperatura para su seguridad. Este cambio hace hincapié no sólo en la existencia potencial de patógenos inseguros, sino en las dos formas principales de controlar la contaminación en primer lugar, es decir, en la solución y no sólo en el problema. Hay varios factores que afectan a la velocidad de crecimiento de los patógenos en los alimentos, pero el tiempo y la temperatura son dos de los factores más fáciles de controlar a lo largo de la cadena de suministro. El término «TCS» refleja el cambio de un enfoque reactivo a uno proactivo de la seguridad alimentaria iniciado con la aprobación de la FSMA.
Temperatura de cocción de la carne
Un termómetro para alimentos es una herramienta esencial en la cocina. Un termómetro puede indicarle cuándo su comida está en su punto más jugoso y sabroso para que no la cocine en exceso. Pero lo más importante es que un termómetro para alimentos le indicará cuándo su plato está cocinado a la temperatura adecuada para que sea seguro comerlo. Siga leyendo para saber más sobre los termómetros de alimentos.
Probablemente haya oído que las hamburguesas están listas cuando su jugo es transparente y que el pollo está hecho cuando no está rosado por dentro. Pues bien, a veces esas pautas pueden ser difíciles de juzgar. La mejor manera de saber si la comida está lista es utilizar un termómetro para alimentos. Sólo cuando los alimentos alcancen una determinada temperatura podrá saber con seguridad que las bacterias dañinas han sido eliminadas.
Aunque un alimento parezca estar listo en la superficie, es posible que el interior no esté completamente cocinado. Una vez que haya introducido un termómetro para alimentos, podrá medir la temperatura interna de los mismos. Esto es especialmente importante para los platos grandes, como un pavo o un pollo enteros, cuando se quiere estar seguro de que el calor del horno ha cocinado hasta el centro del alimento.
Seguridad alimentaria a la temperatura del congelador
El control de la temperatura de los alimentos es extremadamente importante para garantizar que los alimentos sean seguros para el consumo, y debe asegurarse de que los alimentos se cocinen, enfríen, refrigeren o recalienten siempre de forma adecuada para minimizar el riesgo de que haya niveles perjudiciales de bacterias en los alimentos que vende.
Los productos cárnicos suelen considerarse de alto riesgo, pero los productos secos, como el arroz y las legumbres, y las verduras y ensaladas, también pueden contener bacterias que pueden crecer si los alimentos están sometidos a un control deficiente de la temperatura. Los alimentos perecederos deben mantenerse siempre fuera de la zona de peligro de 8 a 63ºC para evitar la proliferación de bacterias dañinas.
En los alimentos crudos, como la carne, la fruta y las verduras, puede haber altos niveles de bacterias debido a la contaminación con tierra o al proceso de preparación. Es importante que los alimentos se cocinen a fondo hasta alcanzar una temperatura central de al menos 75ºC durante al menos dos minutos para eliminar las bacterias.
Una forma de comprobar si los alimentos se han cocinado bien sería utilizar un termómetro de sonda, pero también hay que tener cuidado de que los termómetros de sonda no contaminen o manchen los alimentos que se están probando. Para ello, hay que limpiarlos y desinfectarlos antes de utilizarlos con alimentos listos para el consumo. Si se utilizan toallitas antibacterianas para ello, deben ser adecuadas para su uso con alimentos.
Temperatura ideal de los alimentos para comer
Al igual que todos los alimentos TCS, si la carne no se cocina a la temperatura adecuada, es posible que no se eliminen todos los patógenos transmitidos por los alimentos. Algunos pueden presumir de que les gusta que su hamburguesa esté «todavía mugiendo» cuando llega, y no pasa nada por servir carne poco hecha siempre que se muestre un aviso al consumidor. Por lo demás, cocinar la carne a la temperatura adecuada es una necesidad absoluta de seguridad alimentaria.
Imagínese la indignación de servir comida poco hecha porque el termómetro no estaba calibrado. «Mi termómetro me obligó» no es una excusa viable para violar la seguridad alimentaria. Antes de utilizar un termómetro, debe comprobar la precisión de su lectura.
Llene un vaso con agua helada y deje que el agua repose durante un par de minutos. A continuación, coloque el termómetro en el centro del agua helada de forma que no toque el lateral del vaso. El termómetro debe marcar 32°F. Si no lo hace, consulte el manual del usuario para determinar cómo calibrarlo. Calibrar el termómetro puede parecer una molestia, pero contribuirá en gran medida a la seguridad de sus clientes.