¿Por qué es importante cocer un huevo?

Cómo se cocina el huevo

La salmonela, nombre de un grupo de bacterias, es una causa común de intoxicación alimentaria en Estados Unidos. La mayoría de las personas infectadas por Salmonella desarrollan diarrea, fiebre, calambres abdominales y vómitos entre 12 y 72 horas después de la infección. Los síntomas suelen durar de 4 a 7 días y la mayoría de las personas mejoran sin tratamiento. Sin embargo, en algunas personas, la diarrea puede ser tan grave que necesitan ser hospitalizadas. En estos pacientes, la infección por Salmonella puede extenderse desde los intestinos al torrente sanguíneo y luego a otros lugares del cuerpo y puede causar la muerte a menos que la persona sea tratada rápidamente con antibióticos. Ciertas personas corren un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave, como los niños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunitarios debilitados (como los pacientes trasplantados y las personas con VIH/SIDA, cáncer y diabetes).

Los huevos que han sido tratados para destruir la Salmonella -por ejemplo, mediante la pasteurización dentro de la cáscara- no están obligados a llevar instrucciones de manipulación segura, pero el etiquetado suele indicar que han sido tratados.

Importancia de los huevos en el ensayo culinario

Si bien es cierto que una sola yema de huevo grande contiene 200 mg de colesterol -lo que la convierte en una de las fuentes más ricas en colesterol de la dieta-, los huevos también contienen otros nutrientes que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Además, la moderada cantidad de grasa que contiene un huevo, unos 5 gramos, es en su mayoría grasa monoinsaturada y poliinsaturada. También es crucial distinguir entre el colesterol dietético y el colesterol en la sangre, que sólo están débilmente relacionados. El enfoque en el colesterol dietético por sí solo se redujo a medida que se prestó más atención a la influencia de las grasas saturadas y trans en el colesterol sanguíneo. En consecuencia, las Guías Alimentarias para los Estadounidenses de 2015 eliminaron la recomendación anterior de limitar el consumo de colesterol en la dieta a 300 mg por día. [1]

Dada su historia, «¿son saludables los huevos?» se ha convertido en una pregunta de nutrición frecuente. Para responderla, es importante analizar los huevos no sólo por sí mismos, sino en el contexto de toda la dieta, especialmente cuando se comparan con los alimentos que pueden sustituir (y viceversa).

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Para disfrutar de los huevos de forma segura, compre huevos limpios y sin fisuras que estén dentro de su fecha de consumo preferente, guárdelos en el frigorífico en su caja y cocínelos hasta que estén bien calientes. Si sigue estos consejos básicos de seguridad alimentaria, puede reducir considerablemente las posibilidades de que usted o su familia enfermen por culpa de las bacterias presentes en los huevos. Evite los huevos agrietados y sucios Las bacterias procedentes de la suciedad o los excrementos de las gallinas en el exterior de la cáscara pueden entrar en el huevo a través de grietas que a veces son demasiado finas para verlas. Una vez dentro del huevo, las bacterias pueden crecer, aumentando el riesgo de enfermedad.

Cuando se compran huevos, se pueden tomar una serie de medidas para mantener la seguridad de los alimentos: La mejor manera de almacenar los huevos es guardarlos en su propia caja en la nevera: Tome las mismas precauciones con los huevos que con la carne o los productos lácteos Tome las mismas precauciones con los huevos que con el pollo, la carne, el marisco o los productos lácteos: Cocine los huevos hasta que estén completamente calientes Cocine los huevos y los alimentos que los contengan hasta que estén completamente calientes: Evite los alimentos no cocinados que contengan huevos crudos Los alimentos caseros que contienen huevos no cocinados (crudos), o ligeramente cocinados, suelen estar relacionados con intoxicaciones alimentarias.

Importancia del huevo en la cocina

La cocción adecuada es el último paso para garantizar la seguridad de los huevos que come su familia. Una cocción adecuada lleva a los huevos a una temperatura lo suficientemente alta como para destruir las bacterias que puedan estar presentes en la yema o la clara. La siguiente tabla ofrece una guía sobre la temperatura adecuada para cocinar los huevos:

Si está preparando una receta con otros alimentos, diluya los huevos con líquido o ingredientes, como leche o azúcar, y cocine la mezcla a 160 grados F para destruir las bacterias dañinas. Utilice al menos ¼ de taza de líquido o azúcar por cada huevo, como en las natillas.

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